Sobre las 8:30h estàbamos echando la barca al agua, despuès de haber visto decenas de ciervos por los alrededores, en el camino que transcurre entre el Poblado de Cijara y Helechosa de los Montes;
Era una mañana fresca de noviembre , habria unos 12 o quizàs 13 grados, los primeros rayos de sol atravesaban la fina cortina de niebla, iluminando los cuerpos de las pequeñas,pero incontables concentraciones de ciervos haciendo recortar sus siluetas, rodeados de millones de tintineantes destellos del rocio matinal sobre las hojas de las centenarias encinas, una estampa espectacular, ¡¡ maravillosa postal¡¡.
Parecìa presagiar una buena jornada de pesca, pero nunca se sabe, siempre las sensaciones al ir llegando a la orilla del agua son espectantes, verdad??
Cuando por fin asomamos por la bocana, nos invadiò una sensacion alentadora al ver como el silencio y la superficie del agua , lisa como una tabla, se rompìan por los numerosos ataques sobre los alburnos,provocando unos estruendosos chapoteos y unas enormes ondas sobre el agua....Me invadìan los nervios por comenzar a trabajar los peces, y fue Saki el que sacò los tres primeros en menos de 20 minutos. Las espectativas se estaban cumpliendo, iba a ser un dia grande, con la continua sensacion de que en cualquier momento , cuando los peces llegaban a la distancia adecuada y dàbamos unas vueltas de apriete, empezaba el señuelo a trabajar en idoneas condiciones,que ìbamos a clavar otro buen ejemplar, por que alli ,,es increible la calidad de los peces, no hubo un pez que bajara del kilo, tanto bases como barbos estaban fuertes, y asi en las mejores condiciones volvian a su medio.
Y asì nos dieron las dos de la tarde sacando peces , le dige a mi compañero que si nos comìamos ya los callos, pero decidimos seguir pescando que esto era una gozada y seguimos sacando peces........,
....todos salìan de buen tamaño. A las 3 de la tarde , en una de las orillas nos comimos unos humeantes y riquìsimos callos, ¡ que buenos ¡ con su chato de vino, claro. Y ya por la tarde, nos dirigimos al final de la rècula a tentar a los bases que atacaban en superficie a los cardùmenes de alburnos, yo no me lo creìa ,habìa millones de ellos por todos los lados formando bancos , y movièndose al unìsono, como en el National Geographic, asi pudimos probar con paseantes, que por cierto , me atacò un lucio que se paso de largo dando un salto por encima del señuelo, que voracidad como los ataques que hace el tiburòn blanco..asì estuvimos jugando con los bases que en esa zona del final ya no tenian el tamaño tan importante pero nos divertimos un rato...